Luis Enrique y Marcelino son dos de los mejores técnicos españoles de la última década. Cada uno a su nivel, los dos han mejorado sus equipos y han firmado éxitos que les catalogan, sin riesgo a la exageración, como dos de los entrenadores más apetecibles de un mercado nacional al alza. Ya no se limitan a impartir cátedra en LaLiga, los grandes campeonatos les requieren a la estela de pioneros como Benitez o Guardiola.
De hecho, los dos asturianos emprenderán un viaje al extranjero, PSG y Marsella, tras ver la imposibilidad de dirigir uno de los banquillos a los que se les había vinculado -del ex seleccionador se llegó a decir que tenía un contrato firmado- en los últimos tiempos. Hablamos, claro, del banquillo del Atlético.
Luis Enrique y su futuro equipo: la Premier League, la selección de Brasil...SER Gijón
La realidad, tozuda ella, ha vuelto a ser esquiva con los metralletas, aquellos destinados a 'adelantar' noticia tras noticia olvidando lo más importante, que deben ser verdad. En el caso que nos ocupa, el del reemplazo de Simeone, se mezcló más el deseo de acabar con la etapa del argentino que cualquier escenario cercano a ver a Luis Enrique o Marcelino sentarse en el banquillo local del Metropolitano.
¿Encuentro futuro?
Que no haya sido una posibilidad real en estos momentos no es óbice para reconocer que ambos son técnicos que se tendrán en cuenta para un futuro a largo plazo. El presente y el futuro próximo pasan por Simeone y no hay otra hoja de ruta que ver al argentino seguir destrozando todos los récords, si todavía le queda alguno, en el Atlético, su Atlético.
