El sábado 17 de junio, un sumergible turístico desapareció mientras iba a ver los restos del Titanic, el transatlántico británico que se hundió en el océano Atlántico el 14 de abril de 1912. Desafortunadamente, y por un triste juego del destino, los cinco tripulantes del submarino vivieron una tragedia parecida. No hay rastro del sumergible y lo peor de todo es que les quedan muy pocas horas de oxígeno.
El último mensaje de Hamish Harding, el magnate británico desaparecido en la expedición
Los tripulantes del sumergible turístico eran cinco. A bordo iban: un piloto de la empresa OceanGate, que organiza este tipo de viajes, Stockton Rush, un ingeniero aeroespacial que trabajó para la NASA y actual director ejecutivo de OceanGate, el empresario pakistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman y el multimillonario británico Hamish Harding.
Este último, actual presidente de la empresa Action Aviation, escribió un mensaje en su cuenta de Instagram poco antes del viaje de exploración a los restos del Titanic. "Estoy muy orgulloso de anunciar que me he sumado a OceanGate Expeditions para su misión RMS Titanic...", se puede leer en el texto, acompañado de unas instantáneas.
"Debido al peor invierno en Terranova en 40 años, es probable que esta misión sea la primera y única tripulada al Titanic en 2023. Se acaba de abrir una ventana climática y mañana intentaremos bucear. [...] Tenemos muchos preparativos y sesiones informativas que hacer. Más actualizaciones de la expedición llegarán si el clima se mantiene", escribió Harding.
