Las consecuencias del caso Mbappé en el Real Madrid y en el resto del fútbol europeo

La salida de Karim Benzema, no programada pero no sorprendente, tal y como se fueron sucediendo las escenas en las semanas anteriores, llevó a los dirigentes y técnicos del Real Madrid a empezar a mirar el destino final de las decisiones veraniegas en relación a los fichajes. De hecho en las últimas reuniones celebradas en Valdebebas, con Ancelotti presente en ellas, aparecieron nombres como posibles alternativas a Benzema, dando por segura la llegada de Joselu en lugar de Mariano. La explosión Mbappé y su divorcio con el PSG ha tenido como consecuencia cerrar la puerta de entrada del Bernabéu. Curioso, pero tiene su lógica.

Tal y como ha ido informando en MARCA, el Real Madrid siempre ha tenido claro que aquello de empezar a pensar en el subcampéon del mundo todo pasaba por una firma en un acuerdo el 1 de enero de 2024. Eso sí, todo ello antes del movimiento sísmico de estos días atrás.

Todo por aquello de lo que pasó durante 2022 y esa renovación del contrato con el PSG. Lo sucedido en los últimos días alrededor del delantero francés no ha hecho cambiar el pensamiento en el club blanco hacia Mbappé. Si quiere cumplir el sueño que dice tener de ser jugador del Real Madrid deberá firmar antes del 1 de enero para llegar al Santiago Bernabéu el 1 de julio de 2024.

¿Cambia el posicionamiento de los dirigentes de la entidad madridista hacía Mbappé? No. ¿Modifica el planteamiento cara al posible refuerzo de otro nueve? Sí o al menos paraliza cualquier operación que no sea la de Joselu, que en los próximos días volverá a la que fue su casa como futbolista del Castilla. Y viene para jugar un papel más importante de lo que muchos piensan. No viene de relleno. Ni mucho menos.

Paréntesis cerrado

Lo queramos o no, la puesta en escena de Mbappé con su declarado deseo de no renovar contrato con el PSG pone a todos con las orejas tiesas, bueno por lo menos a algunos equipos de la Premier y al Real Madrid. Eso sí, el efecto inmediato en la entidad madridista ha sido la de cerrar paréntesis en cualquier tipo de pensamiento alrededor de la figura de un delantero. Havertz nunca estuvo, como tampoco Adeyemi, que gusta pero que es imposible pensar en una nueva operación con el Borussia Dortmund. De Kane se habló, pero también de la incorporación del francés en 2024.

Se habla de muchos millones de euros, del deseo de vender del PSG, de la entrada en escena de otros invitados. Lo cierto es que el caso Mbappé no solo sacude al francés, ya que otros futbolistas y muchos clubes han parado en seco, unos esperando que sus jugadores puedan ser llamados desde París, otros cortejando al delantero y, mientras, por Valdebebas esperan. Eso sí, en Doha echan humo. Otros muchos no creen a Mbappé y piensan que terminará renovando.

La espera es lógica y hasta comprensible, como también aquello de ver cómo solucionan sus problemas el PSG y el propio Mbappé antes de pasar a la acción, que según figura en la hoja de ruta es el citado 1 de enero. La historia ha cambiado y ahora el que manda en esta película se llama Florentino Pérez, que en pocos días presentará a Joselu, el gran refuerzo para la delantera de Ancelotti... por ahora.