Las vacaciones pueden convertirse, si no andamos con cuidado, en una fuente de estrés adicional. Esto es así para todo el mundo, pero especialmente para las personas que tienen un trastorno mental. El hecho de romper nuestras rutinas puede provocar estrés, aburrimiento o sentirnos desbordados. La buena noticia es que hay algunas cosas que podemos hacer para facilitar que las vacaciones ayuden a impulsar nuestro bienestar emocional:
Duerme más
Al no haber escuela, para los que tenemos hijos, hace que la noche se alargue. Esto no significa que no sea necesario un horario. Como padres y madres tenemos que intentar mantener un horario de sueño saludable y constante para nosotros y nuestros hijos, independientemente de nuestro horario laboral y escolar. Se reomienda dormir entre 8 y 10 horas.
Desconecta del trabajo
No mires el correo. Activa el mensaje de estoy fuera de la oficina. Nadie es imprescindible. Si tienes un móvil profesional, apágalo. Si hay un tema muy importante, te localizarán en el teléfono personal.
Mantén una rutina
Dentro del cambio de rutina de las vacaciones, intenta mantener unos horarios "rutinarios" de comida y de sueño.
Limita el uso de las redes sociales
Si estás mucho tiempo navegando te generará frustración y sensación de haber perdido el tiempo.
Aprovecha el tiempo
Haz cosas que no puedas hacer durante el resto del año por falta de tiempo, como: estar con la familia o amigos, leer, o dedicar tiempo a tus pasatiempos favoritos.
Controla tu alimentación
Controla el consumo de alcohol y disfruta de la comida de una manera saludable. Piensa que, si ganas mucho peso, te encontrarás con la frustración a la vuelta de las vacaciones.
Haz ejercicio
El ejercicio regular es una parte importante de la salud y el bienestar mental. Durante los meses de verano es fácil quedarse en el sofá y mirar la última serie de televisión, pero una actividad sedentaria puede favorecer consecuencias negativas en nuestra salud física y mental. Por tanto, tenemos que conseguir dedicar entre 20 y 30 minutos cada día y nos sorprenderemos de los beneficios que sentimos. Nos ayuda a reducir el estrés y a reforzar nuestro sistema inmunitario.
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